
Los temores de Moscovici tuvieron eco en el ministro de Finanzas francés, Bruno Le Maire, quien habló abiertamente de una recesión en Italia a la llegada a una reunión con sus homólogos de la UE en Bucarest, donde también se discutirán las implicancias para la gran deuda pública italiana causada por la emigración de trabajadores especializados.