PEKÍN (Reuters) - Las medidas de estímulo de China apuntalarán el crecimiento económico este año y el próximo, pero podrían agravar las distorsiones estructurales a medio plazo y perjudicar los esfuerzos del país por controlar la deuda, dijo el martes la OCDE en un informe.
Pekín ha incrementado el estímulo fiscal para evitar una desaceleración más aguda en la segunda economía más grande del mundo, que se ve afectada por el debilitamiento de la demanda interna y una guerra comercial con Estados Unidos.
Los gobiernos locales podrán emitir 2,15 billones de yuanes en bonos para fines especiales en 2019 con el fin de financiar proyectos de infraestructura, lo que supone un aumento del 59 por ciento respecto al año pasado.
S&P Global Ratings estimó el año pasado que los gobiernos locales ya tenían una deuda oculta que podría alcanzar los 40 billones de yuanes.
“Las medidas de estímulo en infraestructuras podrían elevar el crecimiento en el horizonte proyectado, pero podrían conducir a una mayor acumulación de desequilibrios y mala asignación de capital, y por lo tanto provocar un crecimiento más débil en el medio plazo”, dijo la OCDE en su último estudio sobre la economía de China.
“Con los estímulos se corre el riesgo de aumentar una vez más el endeudamiento del sector corporativo y, de manera más general, revertir los avances en el proceso de desapalancamiento”, dijo.
La deuda corporativa de China ha caído a cerca del 160 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) debido a los esfuerzos de los últimos años por reducir las formas más arriesgadas de financiación y deuda, pero el nivel seguía siendo más alto que en otras economías importantes, dijo la OCDE. Reuters