México, 14 ago (EFE).- La agencia Fitch Ratings advirtió este miércoles que el plan del Gobierno mexicano, presidido por Andrés Manuel López Obrador, para reflotar Petróleos Mexicanos (Pemex) pone en riesgo la calificación crediticia de la petrolera estatal.
"Las métricas crediticias de Pemex se debilitarán si la empresa ejecuta el plan de negocios anunciado recientemente", aseveró un informe de la calificadora, que en junio ya rebajó la calificación de la deuda de la petrolera a bono "basura".
La calificadora aseguró que el Plan de Negocios de Pemex elaborado por el Gobierno mexicano "podría agotar significativamente las reservas" petroleras de la compañía estatal, ya que Fitch considera que su índice de reemplazo es solo del 50 %.
"Fitch calcula que la producción de Pemex seguirá disminuyendo aproximadamente 5 % por año a corto y mediano plazo, ya que el plan de inversiones de exploración y producción se mantiene en consonancia con el promedio de los últimos 3 años", expresó.
Para la agencia, la perspectiva calificadora de Pemex "se podría estabilizar" con una reducción de los costos y de los impuestos de la compañía, y con la exploración de nuevos yacimientos para reemplazar de forma rentable las reservas actuales y estabilizar la producción.
"Fitch no considera posible ninguno de estos detonantes de calificación en el plan", aseveró la calificadora.
Pemex tiene una deuda financiera de más de 104.000 millones de dólares y otros 64.000 millones comprometidos en pensiones de trabajadores, lo que representa el 20 % de la deuda del país.
López Obrador, quien asumió el poder el 1 de diciembre de 2018, se ha comprometido en reflotar la compañía y conseguir autosuficiencia energética en el país.
Por ello, el Gobierno mexicano presentó el pasado 16 de julio el Plan de Negocios de Pemex, que mediante una reducción de hasta 11 % de la carga fiscal y una multimillonaria inversión busca reflotar a la petrolera.
También prevé la construcción de una nueva refinería, pero expertos señalan la necesidad de hacer exploraciones en aguas profundas para incrementar la baja producción de crudo, que actualmente es de 1,64 millones de barriles diarios.