CIUDAD DE MÉXICO (Reuters) - La Junta de gobierno del Banco de México deberá agregar un evento imprevisto al cóctel de factores que analiza para su decisión de política monetaria el jueves: una potencial guerra de divisas y la onda expansiva que tendría sobre el peso.
El temor a este escenario creció en los mercados la semana pasada, luego que el yuan de China cayera a su nivel más débil en más de una década frente al dólar, y que Estados Unidos acusara al gigante asiático de manipular el tipo de cambio.
La escalada en las tensiones comerciales entre las dos mayores economías del mundo trajo volatilidad a todas las monedas emergentes. El peso se debilitó frente al dólar hasta un nivel mínimo de dos meses después de haberse desplomado por siete días al hilo.
“Hay mucha especulación sobre esta junta y el tipo de cambio va a influir mucho en la decisión de Banxico”, dijo James Salazar, subdirector de análisis económico de CI Banco. “Si llegan a la reunión con un tipo de cambio muy presionado, arriba de 19.80 o pegado de los 20 pesos, a lo mejor se esperan hasta finales de septiembre (para bajar la tasa)”.
El debate al interior del banco central mexicano residirá en si deja la tasa en 8.25% a fin de evitar un desplome del peso y un contagio a la inflación y espera un mes más para recortarla, o la baja el jueves para impulsar la debilitada economía local.
La última decisión de política monetaria fue dividida y algunos piensan que crecerán las voces al interior del instituto en favor de una reducción inmediata.
“Será una decisión cerrada, pero en general creemos que el banco central hará caso omiso de la reciente debilidad del peso y recortará las tasas en 25 puntos base”, dijo Edward Glossop, economista de mercados emergentes para Capital Economics.
Por otro lado, hay quienes prevén que el banco se mantendrá apegado a su mandato único de mantener ancladas las expectativas de inflación.
“Prevemos que Banxico deje la tasa objetivo sin cambios en agosto ante la elevada incertidumbre. (...) La reciente depreciación del peso y mayores costos al productor representan un riesgo adicional al alza”, dijeron analistas del banco Ve por Más en una nota enviada a clientes.
A la presión cambiaria por el conflicto comercial , se sumó esta semana un desplome en los mercados argentinos que arrastró a las monedas de toda la región, luego que las elecciones primarias pusieran al frente a Alberto Fernández, cuyas políticas económicas no son bien vistas por el mercado.
Más allá del debate sobre los pasos que dará el jueves, el 72% de los analistas coincide en que el Banco de México bajará su tasa por primera vez desde 2014 durante el tercer trimestre, ya sea en agosto o en septiembre, según la más reciente encuesta publicada por el banco central. Reuters