
En un informe emitido este jueves, la calificadora con sede en Nueva York destacó que la liquidez corporativa mexicana tampoco se ha visto adversamente afectada por las elecciones que se realizarán en México y en Estados Unidos durante 2018.
“Fitch considera improbable una potencial contracción de liquidez para las empresas mexicanas incluso si se cancela el TLCAN”, explicó el director para mercados emergentes de Fitch, Jay Djemal.
Añadió que “el mercado de crédito local permanece sólido, con altos niveles de préstamos bancarios competitivos, mientras se espera que los mercados internacionales de capital permanezcan abiertos para los emisores mexicanos transfronterizos”.
La media del puntaje de liquidez para los emisores mexicanos transfronterizos, de 4.1x, indica un ambiente de liquidez generalmente saludable con margen para sortear cualquier volatilidad del mercado durante los próximos dos años, precisó Fitch.
Excluyendo a Petróleos Mexicanos (Pemex) de la refinanciación y de la amortización de deuda, cerca de 13 mil millones de dólares fueron emitidos en 2017 en deuda transfronteriza.
Ese monto de emisiones cubre ampliamente los vencimientos de bonos internacionales corporativos mexicanos, de mil millones de dólares con vencimiento en 2018 y de alrededor de tres mil millones de dólares para 2019.
Incluyendo Pemex, los vencimientos de deuda son de tres mil millones para 2018, y de seis mil 500 millones de dólares para 2019, señaló la calificadora.
El flujo promedio de efectivo de las empresas mexicanas se proyecta en mil 400 millones de pesos en 2018, en comparación con un pronóstico de 426 millones de pesos en 2017 y de 364 millones de pesos en términos actuales en 2016.
Entre los más bajos de América Latina, los índices de apalancamiento de México se han estabilizado y se espera que se fortalezcan gradualmente durante los próximos dos años. La depreciación del peso mexicano sigue siendo una preocupación clave, advirtió Fitch,