La Bolsa española ha registrado su peor semana desde mediados de febrero, al caer el 3,59 %, hasta situarse en los 8.702,10 puntos, arrastrada por el sector financiero, el euro y las dudas que de nuevo ha suscitado en el mercado la situación de la economía a nivel mundial.
Con la caída registrada en estos últimos cinco días, la Bolsa española suma su segunda semana consecutiva en negativo, una tendencia similar a la del resto de mercados de Europa, donde Milán también se ha dejado el 4,07 %; París, el 2,88 %; Fráncfort, el 1,68 %, y Londres, el 1,86 %.
Aunque el mercado ha cerrado la semana con fuertes pérdidas, el IBEX 35 comenzó el lunes -jornada semifestiva en España- casi plano.
Ese día, la tendencia negativa de la banca arrastró al parqué español -cayó el 0,04 %- que, no obstante, logró mantener los 9.000 puntos.
Sin embargo, el IBEX 35 abandonó este nivel el martes, cuando registró su peor sesión desde finales de febrero, al desplomarse 2,85 %, que le situaron en los 8.764,90 puntos.
La publicación de las previsiones de primavera de la Comisión Europea, en las que asegura que espera un crecimiento modesto para la eurozona, arrastró también al resto de plazas europeas.
La Comisión Europea también rebajó en dos décimas las previsiones de crecimiento en España para 2016 y, además, estimó que el país no cumplirá los objetivos de déficit ni este año ni el que viene.
Del mismo modo, la presentación de resultados del banco alemán Commerzbank, que redujo a la mitad sus beneficios en el primer trimestre, suscitó dudas en el sector financiero español, que, de forma general, se dejó casi un 5 %.
Las pérdidas también sucedieron el miércoles, quinto día consecutivo en rojo, en el que la Bolsa española retrocedió un 1,26 %, hasta los 8.654,3 enteros, lastrada de nuevo por el sector financiero y por algunos datos macroeconómicos peores de lo esperado.
Los índices europeos también retrocedieron debido a la publicación del índice PMI Compuesto final de Actividad Total de la Zona Euro, que desveló que el crecimiento de la zona se mantuvo decaído en abril.
Tampoco gustaron a los inversores los datos del comercio minorista, que acogieron de forma negativa.
Ya el jueves, la Bolsa española rompió con cinco sesiones consecutivas en rojo y repuntó un 0,41 %, un porcentaje que, no obstante, no le permitió recuperar los 8.700 puntos que había perdido el día anterior.
Este cambio de tendencia en el parqué se debió, en gran medida, a los buenos resultados presentados por Repsol, que batió las previsiones de mercado al ganar 434 millones de euros (un 43 % menos), en tanto que Mediaset ganó 50,1 millones durante los tres primeros meses del año, un 37,8 % más.
Repsol fue la compañía que más subió en esa jornada, con un alza del 4,68 %, beneficiada por el encarecimiento del precio del petróleo, que se colocó en los 45,45 dólares el barril de Brent, de referencia en Europa.
No obstante, la empresa que mejor comportamiento registró esa jornada en toda la Bolsa española fue Sniace, que rebotó el 18,05 % tras abrir el periodo de suscripción preferente para una ampliación de capital de 15,6 millones.
Ya el viernes, el principal indicador español consiguió subir el 0,15 % por encima de los 8.700 puntos, en una jornada bursátil de gran volatilidad marcada por los resultados empresariales y unos datos del mercado laboral en EEUU peor de lo esperado. La Bolsa española
