
La menor inflación muestra la dificultad que afronta el Banco Central Europeo (BCE) para llevar la tasa de aumento de los precios a un nivel cercano pero inferior al 2 por ciento.
Los precios subieron un 1,3 por ciento en marzo frente al mismo periodo del año anterior. Inicialmente, Eurostat había estimado un alza del 1,4 por ciento. Comparado con el mes anterior, la inflación al consumidor se ubicó en 1,0 por ciento.
Los precios de los alimentos no procesados, que previamente se estimó habían aumentado un 0,9 por ciento, se elevaron un 0,8 por ciento en marzo. Los precios de servicios y energía contribuyeron en mayor medida a la subida anual, pero los precios de la energía cayeron en marzo frente a febrero.
Sin los precios de la energía y los alimentos no procesados, los dos componentes más volátiles, los precios se incrementaron en un 1,3 por ciento mensual e interanual, un ligero ascenso respecto a la anterior tasa Inflación