BUENOS AIRES (Reuters) - El peso mexicano está siendo víctima de las crecientes tensiones comerciales globales y probablemente tendrá dificultades para sostenerse en el futuro cercano, solo pocos meses después de que la moneda se salvara del impacto de aranceles estadounidenses directos, mostró un sondeo de Reuters.
Se prevé que el peso se negocie a 19,66 unidades por dólar en un año, 0,4% más débil que en la encuesta de julio y 0,2% más flojo que su valor intradiario del miércoles, de acuerdo con la previsión mediana de 17 analistas sondeados del 2 al 6 de agosto.
Como todas las monedas de mercados emergentes, el peso fue golpeado cuando China dramáticamente dejó que el yuan cayera más allá de un nivel clave en respuesta a nuevos anuncios de aranceles de Washington. Sin embargo, la percepción para el peso es que tiene menos capacidad para soportar.
El centro de la cuestión es su vulnerabilidad particular a una eventual ola de ventas más persistente debido a los “crecientes riesgos idiosincráticos” de México, dijo Natalie Rivett, analista senior de mercados emergentes de Informa Global Markets.
El Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador “no dio reformas destinadas a atraer inversiones y aumentar la productividad”, agregó. México escapó por poco de una recesión durante el primer semestre de 2019.
La exposición del peso a los brotes de proteccionismo se puso en evidencia por última vez en mayo, cuando el presidente estadounidense Donald Trump amenazó con imponer aranceles sobre productos mexicanos a menos que se controlara la inmigración ilegal.
Se recuperó en junio, en el momento en que México cerró un acuerdo migratorio con Estados Unidos. Pero esto no alcanzó para anclar firmemente la moneda, que ahora fue empujada a aguas turbulentas una vez más.
Los ocho economistas que respondieron a una pregunta por separado sobre los riesgos para el tipo de cambio mexicano dijeron que se inclinaban a una mayor debilidad, consolidando una opinión que apareció en abril y ha continuado desde entonces.
En tanto, los estrategas cambiarios pronosticaron que el real brasileño se recuperará 3,4% en un mes, permaneciendo resistente por el futuro previsible. La mayoría de los analistas creen que los flujos en busca de políticas orientadas al mercado seguirán apuntalando la moneda pese a los temores globales.
Recientemente, la moneda de Brasil ganó 7,6% en poco más de dos meses, desde sus mínimos de mayo hasta fines de julio, en la medida que los inversores aprovecharon los avances del proyecto de reforma de pensiones del presidente Jair Bolsonaro en el Congreso.
Pero algunos son más cautos.
“Ahora parece que la guerra comercial va a ser mucho mas larga de lo esperado”, dijo Juan Prada, estratega de Barclays. “Aunque Brasil es una economía relativamente cerrada que debería estar mejor aislada de las tensiones globales, no es inmune a los desarrollos globales”.
Esto podría llevar al banco a rebajar su proyección para el real, que actualmente apunta a 3,90 por dólar en un año. Reuters