
El BCE añade en el boletín, publicado este jueves, "que no puede descartarse la posibilidad de que la Administración de Estados Unidos imponga nuevos aranceles a las importaciones de otros países".
"Una nueva escalada del conflicto comercial puede plantear un riesgo para el comercio y el crecimiento globales", apostilla el BCE.
A mediados de mayo se anunció que la aplicación de nuevos aranceles del 25 % a las importaciones de automóviles y de componentes de automóviles -principalmente a las procedentes de la UE y de Japón- se aplazaría hasta seis meses, lo que deja tiempo para las negociaciones comerciales bilaterales entre Estados Unidos y estos socios comerciales.
El BCE prevé que el crecimiento mundial se reducirá en 2019, pero se estabilizará a medio plazo, y el comercio global se debilitará de forma más acusada este año y crecerá en línea con la actividad económica a medio plazo.
Espera también que "las presiones inflacionistas globales se mantengan contenidas, al tiempo que los riesgos a la baja para la actividad económica mundial han aumentado".
El presidente del BCE, Mario Draghi, se mostró esta semana en Sintra (Portugal) dispuesto a bajar más los tipos de interés y a comprar más deuda de la zona del euro si la inflación no sube hasta su objetivo, que es una tasa algo por debajo pero cercana al 2 % a medio plazo.
El BCE mantuvo a comienzos de junio los tipos de interés para la zona del euro y espera que permanezcan en los niveles actuales al menos hasta el primer semestre de 2020.
Los últimos datos económicos y los resultados de las encuestas apuntan a un crecimiento ligeramente más bajo en el segundo y tercer trimestre en la zona del euro.
"Refleja la actual debilidad del comercio internacional en un entorno de prolongadas incertidumbres a escala mundial, que está afectando, en particular, al sector manufacturero de la zona del euro", según el BCE.
Los sectores de servicios y de construcción de la zona muestran su capacidad de resistencia y el mercado de trabajo continúa mejorando.
El BCE espera también que la inflación general se reduzca en los próximos meses y vuelva a aumentar hacia finales de año.
Y prevé que la orientación general de la política fiscal de la zona del euro "siga siendo ligeramente expansiva y respalde la actividad económica".
"Este perfil está determinado, principalmente, por los recortes de los impuestos directos y de las cotizaciones sociales en Alemania y en Francia, aunque también obedece a un crecimiento del gasto relativamente dinámico en otros países", añade el BCE.