
El Índice de Monedas de Mercados Emergentes de MSCI cayó por quinta sesión consecutiva a un mínimo de tres meses, mientras que el dólar subía a un máximo desde junio de 2017 frente a una cesta de otras monedas.
Turquía y Argentina están acaparando la atención, pero varias monedas emergentes se han visto golpeadas por la debilidad en las últimas semanas, al igual que en 2018.
El peso argentino ha perdido casi un quinto de su valor frente al dólar desde el comienzo del año, agobiado por la incertidumbre sobre las perspectivas de una economía sumida en una dolorosa recesión, una alta inflación y antes de unas elecciones presidenciales en octubre.
La lira turca ha perdido un 11 por ciento en 2019. El banco central mantuvo las tasas de interés y eliminó una referencia a una posible restricción el jueves, lo que poco tranquilizó a inversores inquietos por las medidas monetarias no convencionales de Ankara, el riesgo político y la recesión.
“Con Turquía siempre existe el riesgo de que empeore de manera exponencial porque el banco central espera demasiado”, dijo Ulrich Leuchtmann, jefe de investigación de monedas emergentes de Commerzbank en Fráncfort.
“Una vez que la lira turca entre al modo de crisis, seguirá el rand sudafricano, el real brasileño e incluso el rublo ruso”, agregó.
El rand se mantenía cerca de un mínimo de cuatro semanas, mientras que el rublo ruso bajaba el jueves a su menor nivel en dos semanas.
“Cuando un país de alto perfil como Argentina está bajo presión, a todo el mundo le encanta vender”, dijo el jefe de deuda de mercados emergentes de Aberdeen Standard Investment, Edwin Gutiérrez.
“Nunca tiende a durar mucho tiempo, pero esa es la naturaleza de la bestia: la correlación provoca la reacción instintiva”, agregó. Reuters