
En 2017, la inflación en EEUU cerró en el 2,1 %.
La inflación subyacente, que excluye los productos de precios más volátiles como energía y alimentos, se mantuvo sin cambios y cerró el año en el 2,2 %.
El descenso en los precios en diciembre supone el primero en nueve meses.
Los precios de la energía bajaron un 3,5 %, arrastrados por la caída del 7,5 % en la gasolina, mientras que los de los alimentos subieron un 0,4 %.
Con el dato del último mes del año, la inflación ofrece un respiro a la Reserva Federal para avanzar con más cautela en su ritmo de ajuste monetario. EFE USA