GINEBRA/CIUDAD DE MÉXICO (Reuters) - Los negociadores mexicanos están optimistas sobre la posibilidad de llegar a un acuerdo sobre el TLCAN y esperan avances en los próximos días, dijo un funcionario comercial de alto rango en vísperas de una segunda reunión ministerial en Washington esta semana.
Las conversaciones para modernizar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) se han prolongado un año, en el que ha habido momentos similares de optimismo.
Las negociaciones sufrieron recientemente un revés cuando el presidente estadounidense, Donald Trump, impuso aranceles a las importaciones de acero y aluminio, lo que provocó represalias por parte de México y Canadá, y fue seguido de una amenaza de gravar también a los automóviles.
“Con suerte, verán noticias de Washington en los próximos días. Hay optimismo”, dijo el martes Juan Carlos Baker, subsecretario de negociaciones comerciales internacionales de México y miembro del equipo negociador del TLCAN.
“Diría que nos dimos cuenta de que podría haber condiciones para lograr un acuerdo del TLCAN”, dijo en Ginebra, donde se reunió con otros aliados comerciales para discutir posibles respuestas a las amenazas de Trump de imponer unilateralmente aranceles a las importaciones de autos.
El secretario de Economía de México, Ildefonso Guajardo, dijo que entre los puntos conflictivos de las negociaciones del TLCAN que se reiniciaron entre su país y Estados Unidos la semana pasada se encuentran la resolución de disputas, las reglas del sector automotriz y una propuesta de Washington para desechar el acuerdo comercial de un billón de dólares si no se renegocia cada cinco años.
Guajardo, quien ha dicho en días recientes que podría alcanzarse un acuerdo en principio sobre el TLCAN en agosto, tiene previsto reunirse el jueves en Washington con el Representante Comercial de Estados Unidos, Robert Lighthizer.
Jesús Seade, el principal negociador del TLCAN para el futuro presidente de México Andrés Manuel López Obrador, dijo el martes a la televisión francesa que pensaba que un acuerdo final podría ser ratificado por el nuevo Congreso de Estados Unidos después de las elecciones de mitad de período de noviembre.
Canadá, Estados Unidos y México han tratado de concretar una nueva versión del pacto comercial iniciado en 1994 desde hace un año, a instancias de Trump, quien ha amenazado con sacar a su país del acuerdo si no logra que tenga mayores beneficios para sus empresas y trabajadores.
La canciller canadiense, Chrystia Freeland, no participa en la actual ronda de negociaciones pues México y Estados Unidos intentan llegar a un acuerdo para incluir más contenido norteamericano en los automóviles fabricados en la región y posiblemente aumentar los salarios.
Hay indicios de que México ha mostrado cierta flexibilidad desde que ofreció en mayo aumentar el requisito de contenido de un 62.5 por ciento actual a un 70 por ciento. Estados Unidos pide que el umbral sea del 75 por ciento.
“Vamos a considerar seriamente todas las ideas presentadas, vamos a ser flexibles si es posible”, dijo Baker, y agregó que las conversaciones se centraron en varios temas a la vez, no sólo en los automóviles.
Dos fuentes de la industria mexicana dijeron que se había hecho una oferta informal para elevar el umbral de contenido un poco más alto, aunque un funcionario del Gobierno con conocimiento de las conversaciones negó que esa fuera la propuesta de México.
Bloomberg reportó el martes que Estados Unidos y México se encontraban en las etapas finales de la negociación de un acuerdo sobre las reglas automotrices, diciendo que ambas partes habían intercambiado nuevas propuestas.
La oficina de Lighthizer negó que la ausencia de Freeland en la última ronda de conversaciones fuera un intento de negociar un TLCAN bilateral con México.
“Además de las reuniones trilaterales, a lo largo de la renegociación del TLCAN ha habido numerosas reuniones bilaterales”, dijo Emily Davis, portavoz de la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos (USTR, por su sigla en inglés).
Un funcionario del Gobierno canadiense, que pidió permanecer en el anonimato por lo delicado de la situación, dijo que no había ninguna posibilidad de que Freeland viajara a Washington ya que estaba programado que asistiera a una reunión en Singapur esta semana.
ARANCELES A AUTOS
Baker se reunió con funcionarios comerciales de alto rango de Canadá, Japón, Corea del Sur y la Unión Europea en Ginebra, sede de la Organización Mundial de Comercio (OMC).
Los países, aliados de mucho tiempo de Washington pero que están enfrentados con Trump sobre las relaciones comerciales, no estaban coordinando su respuesta, afirmó Baker a periodistas. Sin embargo, dijo que todos estaban decididos a responder si se imponían los gravámenes, apuntando que el proceso para introducirlos no se había detenido.
El jefe de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, dijo la semana pasada que había conseguido una “importante concesión” de Trump, al acordar que mientras ambas partes estuvieran negociando sobre comercio, se abstendrían de tomar nuevas medidas, incluidas los aranceles de Washington sobre autos y sus partes.
“Hasta que ese proceso esté completamente finalizado y no se impongan aranceles, debemos ser serios y considerar la posibilidad de que dichas tarifas pudieran ser establecidas. Debemos dejar en claro que estamos preparados para reaccionar”, aseguró.
Una reunión de ministros de Comercio en Davos en enero sería un momento importante para realizar un balance del progreso, agregó Baker. Reuters