
Moody's ha hecho público un informe en el que asegura que el cambio de las sedes sociales es positivo para el crédito de ambos bancos porque garantizan que los clientes y los acreedores "permanecerán bajo el marco jurídico de España y la Unión Europea si Cataluña se independiza".
"La mayor seguridad jurídica debería contribuir a restablecer la confianza de los inversores y los depositantes", remarca Moody's.
La agencia, no obstante, cree que hay pocas posibilidades de que Cataluña logre la independencia. "Nuestra expectativa es que Cataluña siga siendo parte de España y no se convierta en un Estado soberano independiente", subraya.
La firma de calificación crediticia añade que incluso si el ejecutivo catalán declara unilateralmente la independencia el obstáculo principal a tal resultado es "la firme y sostenida oposición del Gobierno y la gama de herramientas legales y constitucionales disponibles".
Banco Sabadell decidió el pasado jueves llevar su sede social de Barcelona a Alicante, mientras que CaixaBank siguió el viernes sus pasos y optó por trasladarla a Valencia ante la posibilidad de que el Parlament de Cataluña apruebe este martes una declaración de independencia unilateral.
La reubicación fuera de Cataluña, señala Moody's, garantiza que CaixaBank y Banco Sabadell seguirán siendo bancos de la zona del euro, que los depositantes de los bancos seguirán bajo el régimen español de garantía de depósitos y que ambas entidades mantendrán su acceso a las facilidades de financiación del Banco Central Europeo.
Ambas entidades, además, "disponen de sólidos amortiguadores de liquidez": un 17 % del total de activos consolidados a fecha de 30 de junio de 2017 para CaixaBank y un 13 % para Banco Sabadell. Asimismo, los reembolsos de deuda para el resto del año son insignificantes para ambos bancos, agrega la agencia.
Moody's ve "probable" que las tensiones en Cataluña continúen y puedan conducir a la volatilidad en la financiación y la actividad empresarial, pero no ve ningún efecto material inmediato para otros bancos españoles.
"Sin embargo, los bancos españoles podrían verse afectados negativamente si las actuales tendencias positivas de riesgo-activo se descarrilan o se deterioran los actuales perfiles de financiación de los bancos", advierte la entidad. Moody's