PEKÍN (Reuters) - La actividad en el sector de servicios de China alcanzó un máximo de 14 meses en marzo debido a que la demanda mejoró en el país y en el extranjero, según mostró el miércoles una encuesta entre empresas privadas, que se suma a otros indicios que indican que las políticas de estímulo del Gobierno están comenzando a funcionar.
Sin embargo, los analistas advirtieron de que es demasiado pronto para decir si la economía de China ha dado un vuelco radical, y muchas empresas se muestran cautelosas sobre si habrá una mejoría a lo largo de los próximos 12 meses.
El índice de gestores de compras (PMI) de servicios elaborado por Caixin/Markit subió a 54,4, el nivel más alto desde enero de 2018, y frente a los 51,1 de febrero, que fue un mínimo de cuatro meses. La marca de 50 separa el crecimiento de la contracción.
Los encuestados dijeron que la actividad se estaba viendo impulsada por una mayor demanda, nuevas políticas estatales y un mejor acceso a la financiación.
Estos datos coincidieron en gran medida con los mostrados por un indicador oficial sobre el sector no manufacturero publicado el domingo, que mostraba que la actividad de servicios repuntó en marzo con un incremento más rápido de los nuevos pedidos. La construcción, en particular, mostró fortaleza, lo que probablemente se debe en parte a los esfuerzos del Gobierno por acelerar los proyectos de infraestructuras para satisfacer la demanda interna.
Además, tanto las encuestas oficiales de manufactura como las privadas volvieron inesperadamente al crecimiento en marzo, alimentando las esperanzas de que la desaceleración de China podría estar tocando fondo.
“En general, los fundamentos económicos de China se recuperaron en marzo, con la demanda interna y externa, así como la mejora del empleo en la industria manufacturera”, dijo Zhengsheng Zhong, director de Análisis Macroeconómico del Grupo CEBM, en un comentario publicado junto con los datos de Caixin.
“Sin embargo, la confianza empresarial se ha mantenido cautelosa y la inflación fue baja... Se necesitan más pruebas para determinar si la economía china se ha estabilizado”, dijo Zhang.
China ha apostado por el sector de servicios para amortiguar la desaceleración de la industria, que se está viendo afectada por el aumento de los costes laborales y la guerra comercial entre Estados Unidos y China, que se prolongó durante un año. Pero en los últimos meses, los consumidores se han vuelto más cautelosos sobre el gasto en artículos caros, como automóviles y electrodomésticos, ante una ralentización en el crecimiento de los ingresos en medio de la desaceleración económica generalizada. Reuters
