CIUDAD DE MÉXICO, 2 ago (Reuters) - El banco central de México dejó estable la tasa de interés de referencia en un 7.75 por ciento en su anuncio de política monetaria el jueves y advirtió que la inflación mantiene un sesgo al alza, además señaló que este año el crecimiento económico se ubicaría en la parte baja de su rango estimado.
La decisión, que fue unánime, estuvo en línea con las expectativas de la mayoría de los analistas consultados en un sondeo previo de Reuters, en el que 15 de 19 esperaban que la entidad mantuviera sin cambios la tasa interbancaria a un día.
El Banco de México (Banxico) ha subido dos veces este año la tasa clave hasta su mayor nivel desde enero de 2009, como parte de sus esfuerzos para contener la inflación, que en la primera mitad de mayo revirtió la tendencia descendente que había mantenido desde finales de enero y en julio se aceleró más que lo esperado.
El banco central ha incrementado la tasa interbancaria a un día en 475 puntos base desde diciembre de 2015 para frenar el avance sostenido de los precios, que impulsó a la inflación hasta su nivel más alto en casi 17 años en diciembre de 2017 .
El banco central también dijo que ante el complejo entorno que enfrenta la economía, el balance de riesgos para su crecimiento continúa sesgado a la baja y “es previsible” que en 2018 el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) se ubique en la parte inferior del rango previsto, de entre 2 y 3 por ciento.
Más tarde, en una entrevista en una radio local, el gobernador del Banco Central, Alejandro Díaz, dijo que “hace un par de meses considerábamos que el crecimiento iba a ser mayor (...) pero posteriormente la actividad económica comenzó a mostrar una debilidad que no se anticipaba”.
La entidad detalló entre los riesgos al alza para la inflación las presiones sobre el peso en un entorno de mayores tasas de interés externas y la fortaleza del dólar; así como la incertidumbre asociada a la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) entre Canadá, Estados Unidos y México.
Las conversaciones para modernizar el acuerdo vigente desde 1994 se estancaron tras la última ronda formal en marzo y la incertidumbre creció en junio, cuando Washington impuso aranceles al acero y aluminio de México y Canadá, a lo que ambos países respondieron con tarifas sobre productos estadounidenses.
Banxico dijo que el cambio en precios relativos de los productos energéticos, que subieron más que lo previsto recientemente, “afecta la trayectoria de la inflación general prevista para los siguientes doce meses”, aunque estima que su efecto sea transitorio.
En contraste, el banco central prevé que la inflación subyacente “continúe disminuyendo en el horizonte en el que opera la política monetaria”.
Banxico señaló que, en caso de que se requiera un ajuste del tipo de cambio real, estará atento a que este se dé de manera ordenada y sin efectos de segundo orden sobre el proceso de formación de precios.
Hacia adelante, Banxico dijo que seguirá muy de cerca la evolución de la inflación respecto a la trayectoria prevista, incluido el posible traslado de las variaciones del tipo de cambio a los precios, la posición monetaria relativa entre Estados Unidos y México, y la evolución de la economía. Banco de México
