LONDRES (EFE Dow Jones)--Los consumidores de la eurozona se mostraron en febrero más pesimistas sobre sus perspectivas, lo que supone la primera reducción de la confianza desde julio y podría indicar que la recuperación económica de la región se ha estabilizado.
La Comisión Europea indicó el martes que su dato mensual de confianza bajó en febrero a 0,1 desde 1,4 en enero. Los economistas consultados la semana pasada por The Wall Street Journal esperaban una reducción menor, hasta el nivel de 1.
Los datos oficiales indican que la economía de la eurozona creció un 2,5% en 2017, su mayor expansión en una década. Los economistas esperan que en 2018 la evolución de la economía sea similar, ya que la firma Consensus Economics prevé un crecimiento del 2,3%.
Unos consumidores más optimistas en respuesta a un mercado laboral en mejores condiciones contribuyeron al repunte del crecimiento en 2017, aunque surgieron señales a medida que se iba acercando el final del año de que el gasto no había estado a la altura del incremento del optimismo. Pero incluso después de su inesperado gran descenso de este mes, el dato de confianza está muy por encima del de hace un año, lo que indica que el crecimiento económico podría estar estabilizándose y no deteriorándose.
El menor optimismo podría reflejar el periodo de volatilidad en los mercados financieros mundiales este mes, así como una cierta incertidumbre política porque Alemania sigue sin Gobierno tras las elecciones de septiembre y porque Italia tiene una cita con las urnas a comienzos del próximo mes. Eurozona
