Jaime Quirós – A lo largo de la historia han surgido múltiples fórmulas de hacerse de oro mediante prácticas perversas e ilegales: décimos de lotería falsificados, venta de sellos ilegales, circulación de dinero no emitido por ninguna institución monetaria… Las herramientas fraudulentas se han extendido año tras año y nunca han dejado de aparecer nuevas.
Ese es el caso de la que ha surgido mediante el furor que han generado las criptodivisas. Y es que la compra-venta de estas monedas digitales está plagada de operaciones ilegales, con manipulación de los mercados, que dejan a los inversores ante la consecución de pérdidas irremediables, tal y como descubrió en una investigación la publicación Business Insider.
Los operadores de blockchain están usando la aplicación de mensajería segura Telegram para orquestar las estafas. Su estrategia es inflar repentinamente el precio de una criptomoneda coordinando a unos pocos operadores para que actúen en momentos específicos e inflen el precio de manera espectacular. Una especie de dopaje informático.
Luego, después de que el precio suba, atraen a otros inversores involuntarios bajo el impulso de esos precios. Estos estafadores entonces venden rápidamente las criptomonedas para obtener suculentos beneficios. En este sentido, estas divisas virtuales a menudo se bloquean solo minutos después del aumento inicial, dejando a la segunda oleada de inversores en pérdidas de dinero de forma incuestionable.
La misma estafa fue llevada a cabo en los mercados tradicionales por el llamado “Lobo de Wall Street”, Jordan Belfort, el estafador de acciones cuyas hazañas se vieron representadas en la película protagonizada por Leonardo DiCaprio, por la que fue nominado al Óscar al mejor actor protagonista.
Así pues, el medio norteamericano analizó los esquemas de bombeo y volcado de las criptomonedas UBQ, VCash, Chill Coin, Magi Coin e Indorse en las últimas dos semanas y observó que todas las estafas se llevaron a cabo en el sitio de intercambio Bittrex Vegas o en el intercambio ruso Yobit.
Ben Yates, asociado sénior de la firma de abogados RPC, que ha estudiado detenidamente el tema, señalaba que “está claro, incluso por un monitoreo casual de los intercambios, que este tipo de actividad es común, particularmente con altcoins con menor circulación”.
Los mercados e intercambios de criptomonedas no están regulados en la mayor parte del mundo, por lo que estas actividades no son ilegales. Aun así, destacan los riesgos asociados con este nuevo rincón de las finanzas, que ha atraído grandes cantidades de capital en 2017, pero es considerado como el Salvaje Oeste por los críticos.
Falta mucho por hacer y probablemente con el paso del tiempo se termine realizando la regulación que a día de hoy no se está produciendo. Mientras tanto, estos estafadores virtuales continúan engrosando sus bolsillos. Tenga cuidado si cae en la fiebre de las criptomonedas. Puede verse pillado con pérdidas que le costará amortizar. criptomonedas