WASHINGTON (Reuters) - La Reserva Federal llegó en la práctica a un consenso de que habrá dos alzas de tasas de interés en lo que queda del año, porque la actividad en Estados Unidos continúa generando un empleo pese a la debilidad de la economía mundial.
Nuevas previsiones para los tipos y la economía mostraron que la mayoría de los funcionarios de la Fed anticipa dos alzas de un cuarto de punto porcentual hasta fin de año, si es que no hay un golpe importante a la economía o el mercado laboral. Doce de los 17 miembros esperaban dos o tres alzas.
En la decisión del miércoles de mantener su tasa interbancaria sin cambios en un rango entre un 0,25 y un 0,50 por ciento, la Fed tomó en cuenta "fuertes avances del empleo" y el hecho de que "acontecimientos económicos globales y financieros siguen representando riesgos".
En una rueda de prensa, la presidenta de la Fed, Janet Yellen, dijo que aún está por verse si el reciente fortalecimiento de la inflación que excluye los precios volátiles de la energía y los alimentos se mantendrá.
Una expansión económica moderada en el país y "fuertes avances del empleo" le permitirán reanudar el ajuste del crédito este año, dijo el banco central de Estados Unidos en su comunicado de política monetaria.
Los funcionarios proyectaron un crecimiento económico más flojo y una menor inflación este año y rebajaron su estimación sobre dónde se ubicará la tasa de interés a largo plazo, a un 3,30 por ciento desde un 3,50 por ciento, una señal de que la recuperación económica seguirá a un ritmo lento.
Este panorama representa un cambio desde las cuatro alzas de tasas previstas cuando la Fed subió su tasa en diciembre por primera vez en casi una década.
La mayoría de los funcionarios ahora dijeron que anticipan que sería apropiado subir las tasas en alrededor de medio punto porcentual para fin de este año.
El dólar cayó tanto frente al euro como el yen tras la publicación del comunicado, mientras que los rendimientos de los bonos a dos y 10 años tocaron mínimos de sesión. Las acciones en Wall Street subieron y el índice S&P 500 alcanzó su mayor nivel intradiario desde el 4 de enero.
ENFOQUE CAUTO
El nuevo panorama se conoció en momentos en que la Fed intenta sortear la reciente volatilidad de los mercados globales y mantener sus planes de alzas de tasas.
La Fed había expresado un tono cauto en su último encuentro de política en enero, ante una liquidación de los mercados financieros, un debilitamiento de los precios del crudo y una caída de las expectativas de inflación.
Sin embargo, los funcionarios de la Fed también ven una continua mejora en el mercado de trabajo, anticipando un declive de la tasa de desempleo a un 4,7 por ciento para fin de año y después más bajas en 2017 y 2018.
Además, redujeron sus previsiones para la inflación de este año a 1,2 por ciento desde 1,6 por ciento, pero consideraron que se recuperaría para acercarse a la meta de mediano plazo del banco central, de 2 por ciento, el próximo año.
WASHINGTON (AP) -- La Reserva Federal mantuvo intacta la tasa de interés de referencia debido a las presiones globales que amenazan con frenar la economía estadounidense.
Como resultado, los funcionarios de la Fed dijeron que el aumento de las tasas este año será más lento que lo previsto en diciembre. Prevén dos en lugar de cuatro aumentos de la tasa de referencia a corto plazo durante 2016.
El banco central indicó que la economía sigue creciendo moderadamente, pero los sucesos económicos globales y los mercados financieros continúan planteando riesgos. A pesar de esas amenazas, una serie de indicadores apuntan al fortalecimiento adicional del mercado laboral, dijo la Fed.
En una conferencia de prensa, la presidenta Janet Yellen indicó que la Fed espera que la inflación, que se ha mantenido persistentemente baja, alcance el objetivo del banco central del 2% en dos o tres años.
Los inversionistas parecieron complacidos con las expectativas de la Fed de un aumento gradual a las tasas. El promedio industrial Dow Jones, que tenía una ganancia marginal previa al anuncio del banco central, cerró con un incremento de 74 unidades. El rendimiento de la nota del Tesoro a 10 años cayó a 1,91% con respecto al 1,97% de la jornada anterior.
Al preguntársele en la conferencia de prensa sobre si piensa que la Fed podría recibir suficiente información económica para elevar las tasas en su próxima reunión a celebrarse la última semana de abril, Yellen subrayó, como en ocasiones anteriores, que cada reunión se efectúa tomando en cuenta la información del momento, y la de abril no será una excepción.
Pero los economistas apuntan a que, basándose en la preocupación que expresó la Fed sobre la economía global, se duda que las autoridades estén listas para incrementar las tasas en abril.
"No hay tiempo suficiente para que vean datos convincentes y hagan el suficiente cabildeo como para preparar al mercado para un aumento de las tasas", dijo Greg McBride, analista financiero en jefe en Bankrate.com.
Desde que en diciembre elevó la tasa de referencia a corto plazo de un nivel históricamente bajo, el banco central ha evitado nuevos aumentos dado el nerviosismo de los mercados y una fuerte desaceleración de la economía en China.
La reanudación apresurada de los aumentos podría frenar el crecimiento o acentuar el nerviosismo de los inversionistas.
En su conferencia de prensa, Yellen dejó entrever que un pobre crecimiento salarial reveló que muchos más estadounidenses están disponibles y dispuestos a trabajar, pese a que las tasas de desocupación están en su punto más bajo en ocho años con 4,9%. Si los empleadores perciben que existen muchos candidatos para las vacantes, no necesitan ofrecer sueldos mucho mayores para atraer a los posibles empleados.
"De cierta manera estoy sorprendida de que no tengamos un crecimiento mayor en cuestión salarial", reconoció Yellen.
La Fed también está aguardando a que el gasto del consumidor aumente, lo que podría suceder si los estadounidenses gastan más de lo que han ahorrado por el bajo costo del combustible. Esta semana, el gobierno dijo que las ventas al menudeo cayeron en febrero y que los estadounidenses gastaron menos de lo anticipado durante enero. El informe deja entrever que los consumidores mantienen la cautela en cuestión de gastos pese al sólido mercado laboral y el bajo precio de la gasolina.