Pekín, 26 feb (EFE).- La Bolsa de Shanghái, principal indicador de los parqués chinos, cerró hoy con ganancias del 0,95 por ciento, un repunte considerable tras cerrar el jueves la jornada con una caída del 6,41 por ciento, lo que vuelve a poner de manifiesto la volatilidad de las bolsas del país.
Así, cerró la semana en 2.767,21 puntos, mientras que el segundo parqué del país, el de Shenzhen, siguió la estela positiva y sumó un 0,24 por ciento al final de la sesión, hasta 9,573,7 enteros.
Analistas consultados por Efe descartaron que el descalabro de ayer se debiera a "factores claros" y lo asociaron más a una anticipación del mercado a las "noticias negativas" que podrían salir de la reunión financiera del G20 que empezó hoy en Shanghái.
Los ministros de Economía y Finanzas y los gobernadores de los bancos centrales de las veinte principales economías desarrolladas y emergentes del mundo participarán en el encuentro en Shanghái, centro de las turbulencias bursátiles chinas que han sacudido los parqués de medio mundo.
El gobernador del Banco Popular de China (central), Zhou Xiaochan, quiso mandar hoy un mensaje positivo y aseguró hoy en los márgenes de la reunión que la dirección de las reformas impulsadas por el banco central "está clara" y se orienta hacia el mercado.
Por su parte, el exsecretario del Tesoro de Estados Unidos Henry Paulson afirmó que el país anfitrión de la reunión del G20 se encuentra bajo el escrutinio de los mercados porque las turbulencias que ha experimentado en los últimos meses han creado dudas sobre el futuro de su economía.
"Los mercados reaccionan a la volatilidad en todas partes. Y francamente, el tamaño de China y la amplitud de los retos que afrenta significan que lo que pase aquí será magnificado. No debería sorprendernos que los mercados sean tan sensibles a lo que está pasando en China", declaró Paulson.
Durante la semana, el índice de Shanghái ha bajado un acumulado del 3,24 %. EFE
Las acciones chinas rebotaron el viernes luego de que los mercados se tomaron un respiro de las pérdidas de la sesión anterior, mientras los inversores aguardan los mensajes de política de los líderes de China y otros países reunidos en Shanghái para una cita del G20.
El referencial CSI300 de las principales acciones que cotizan en Shanghái y Shenzhen, que se desplomó más de un 6 por ciento el jueves, subió un 1 por ciento el viernes para cerrar en 2.948,03 puntos.
En la semana, el índice cerró con una caída del 3,4 por ciento, su mayor declive en tres semanas, lo que lleva sus pérdidas en lo que va del año a un 21 por ciento.
Pero los temores de una menor liquidez y las preocupaciones sobre la economía mantienen a muchos inversores al margen, dijeron operadores.
El índice compuesto de Shanghái subió 0,95 por ciento, a 2.767,21 unidades, pero terminó la semana con una caída de un 3,2 por ciento, también su mayor declive en tres semanas.
Los ministros de Finanzas y banqueros centrales del G20 se reúnen el viernes y sábado, y se espera que la agitación del mercado y la desaceleración de la economía mundial sean temas clave de discusión. Reuters