Nueva York, 29 jun (EFE).- Wall Street vivió una jornada en llamas tras la ruptura ayer de las negociaciones entre Grecia y los acreedores, lo que provocó que las cotizaciones se desplomaran y, como suele decirse, "ardiera Troya" en las bolsas de medio mundo, incluida la de Nueva York, que vivió el peor día de 2015.
El Dow Jones precipitándose casi un 2 % (350 puntos), el S&P 500 con unos descensos del 2,09 % y el Nasdaq retrocediendo un 2,40 % fueron las cifras de una jornada en la que el órdago del primer ministro griego, Alexis Tsipras, llenó de incertidumbre a la economía internacional.
Con un referéndum convocado en el país heleno el próximo domingo para decidir si acepta o no las condiciones de Bruselas, con la posibilidad de que Grecia acabe saliendo del euro y desmantelando el proyecto económico de la Unión Europea, esta tragedia griega llegó a la pre-catarsis con mucha virulencia, en la víspera del día en el que la deuda debe ser pagada o renegociada.
El Dow Jones por debajo de los 17.600, el S&P 500 cerca de los 2.000 y el Nasdaq sin los 5.000 lamentaron una situación que dejó todavía más cenizas en Milán un 5,17 %, Madrid un 4,56 %, París un 3,74 % y Fráncfort un 3,56 %. En Atenas, directamente, la bolsa no abrió, como tampoco lo hicieron sus bancos.
El desplome afectó a todos los sectores de la economía, a todos los componentes del Dow Jones e incluso al petróleo, que bajó a los 58,37 dólares el barril.
Curiosamente, el euro no se resentía significativamente y se cambiaba hoy a 1,1186 dólares la unidad.
En Grecia, mientras tanto, miles de personas se manifestaban para mantener la posición de resistencia frente a Europa y pedían el "no" en el referéndum, lo que fue catalogado desde el otro lado de la mesa de negociación como una actitud suicida.
Y hasta el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se posicionó y pidió a su homólogo francés, François Hollande, para que se retomen las conversaciones.
Mañana será el día en el que se decida todo, aunque según Tsipras, Grecia no será la gran perjudicada. "Vamos a sobrevivir y vamos a elegir nuestro futuro", dijo el mandatario.