martes, 23 de diciembre de 2014

NYSE llega a los 18,000 puntos

Nueva York, 23 dic (EFE).- El Dow Jones de Industriales, el principal indicador de Wall Street, ha necesitado sólo seis meses para pasar desde los 17.000 puntos hasta los 18.000, una barrera psicológica superada poco después de la apertura de este martes.

El Dow Jones alcanzó los 17.000 puntos el pasado 3 de julio. Con el dato de hoy, Wall Street reafirma que ha entrado en un ritmo de crecimiento con una solidez no tan distinta a la del "rally" especulativo que desembocó en el colapso de los mercados en 2008.

El 19 de octubre de 2006, el Dow Jones conquistó los 12.000 puntos, más de siete años después de haberse encaramado a los 11.000, pero desde entonces, los inversores pisaron el acelerador y el 25 de abril de 2007 pasó el umbral de los 13.000 y el 19 de julio de ese mismo año sobrepasaba los 14.000.

Es decir: la crisis de 2008 llegó después de que en un período de diez meses el Dow Jones creciera 2.000 puntos.

Con la conquista de hoy, según unos datos provisionales que indican que la tendencia se mantendrá al cierre, se habrán subido 2.000 puntos en poco más de un año, lo que todavía marca cierta diferencia, pero se han logrado 3.000 puntos en 20 meses, lo cual es absolutamente inédito.

Y es que tras el colapso del sistema financiero tuvieron que pasar algo menos de seis años antes de que la bolsa volviera a atravesar una nueva cifra redonda, lo cual sucedió el 7 de mayo de 2013, cuando se alcanzaron los 15.000 enteros, pero desde entonces los inversores decidieron recuperar el tiempo perdido.

Aquella barrera se cruzó celebrando los signos de recuperación y el éxito de la política monetaria de la Reserva Federal (Fed), protagonizada por el estímulo monetario de su entonces presidente, Ben Bernanke.

Las plusmarcas de 2013 hicieron que fuera considerado "el año de los récords", consiguiendo 52 máximos históricos para el Dow Jones, que cruzaba los 16.000 el 21 de noviembre y alcanzaba un ritmo tan frenético que el propio Bernanke, en su discurso de despedida, solo pudo llamar a la prudencia en los mercados y a trabajar en una recuperación más sólida.

En 2014, el panorama fue diferente desde el principio: tras el empacho de récords, el año empezó hacia abajo, con un invierno que congeló literalmente las acciones y parte de la economía y llamadas a la prudencia por parte de la Fed con la sucesora de Bernanke, Janet Yellen, ante el miedo a crear otra vez el temor a una burbuja.

Sin embargo, poco duró el recato. Llegó la primavera y hubo récords y caídas, mucha volatilidad y menos miedo.

El verano fue económicamente bueno y, ni siquiera el contexto internacional nefasto, impidió la consecución de los 17.000 puntos, pues los inversores se sintieron fuertes al no resentirse tras la eliminación total del estímulo monetario de la Fed.

Finalmente, el otoño empezó con las mejores subidas y las peores caídas del año, pero tomó ritmo firme hasta conseguir otro festival de récords similar al de 2013 y que culminó hoy con una nueva barrera psicológica conquistada.

A los operadores de bolsa no les ha importado, en este tiempo, la inestabilidad económica de la zona euro, las crisis políticas sin resolver entre Ucrania y Rusia, en Irak o en Libia. Ni siquiera un factor tan determinante como el petróleo, que se ha desplomado en el último semestre un 40 % por una crisis de exceso de oferta.

Así, aunque el Dow Jones ha sido el que ha alcanzado la cifra redonda durante la sesión de hoy, el S&P 500, por su lado, superó este año los 2.000.

Este índice selectivo, el favorito de muchos operadores, ya ha acumulado este año más récords que en 2013 (ya lleva 50, por encima de los 45 del año pasado).

Por su parte, el índice compuesto del mercado Nasdaq también se acerca, sin que nadie parezca especialmente alarmado, a la que fue su propia burbuja, la de las ".com", y amenaza con alcanzar la barrera de las 5.000 unidades a las que llegó hace tres lustros. EFE