
Muchos funcionarios de la Fed dijeron en su reunión más reciente que las preocupaciones, incluidas las de una guerra comercial con China y una inflación que no alcanza el objetivo anual del 2%, fortalecieron el argumento para tomar medidas de estímulo, señaló Powell.
“Estamos controlando cuidadosamente estos desarrollos y evaluando sus implicancias para la perspectiva económica de Estados Unidos y la inflación, y actuaremos como sea apropiado para sostener la expansión”, dijo Powell en comentarios preparados para ser presentados en una conferencia del gobierno francés en París.
Los mercados y los analistas esperan que la Fed recorte las tasas al final de su reunión de política monetaria del 30 y el 31 de julio.
Los comentarios se dan tras una ronda de datos económicos sólidos que los banqueros centrales han minimizado a la luz de los riesgos que ven.
Por ejemplo, las ventas minoristas de Estados Unidos subieron más de lo esperado en junio, lo que apunta a un robusto gasto del consumidor que podría ayudar a compensar la ralentización de la economía generada por una débil inversión de las empresas.
Powell dijo que la economía continúa registrando un crecimiento “sólido” que está ayudando a mantener un “mercado laboral fuerte” y apoyando una recuperación del gasto del consumidor.
Sin embargo, citó “incertidumbres” que nublan la perspectiva optimista de la Fed. Más allá del conflicto comercial de Estados Unidos con China y la inflación persistentemente por debajo del objetivo, Powell citó una desaceleración del crecimiento global, las negociaciones sobre el techo de la deuda del gobierno y la caótica salida de Gran Bretaña de la Unión Europea.
Las tasas de interés se encuentran actualmente en un rango de entre 2,25% a 2,50%, y la última alza se dio en diciembre, una decisión duramente criticada por el presidente Donald Trump. Los mercados de futuros financieros apuntan a una certeza del 100% entre los inversores y operadores de que la Fed bajará esa tasa en al menos un cuarto de punto porcentual este mes. Reuters