TOKIO (Reuters) - El índice subyacente de precios al consumidor de Japón subió un 0,8% en mayo respecto al año previo, mostraron datos el viernes, lo que mantuvo la presión sobre el banco central para que mantenga su estímulo o adopte una política más expansiva para alcanzar su objetivo de una inflación de un 2%.
El aumento del índice subyacente de precios al consumidor, que incluye a los productos del petróleo pero excluye a los alimentos frescos, estuvo en línea con la mediana de expectativas del mercado y se desaceleró desde el alza de un 0,9% vista en abril.
Los datos subrayan los desafíos que enfrenta el Banco de Japón para llevar la inflación a su meta de un 2%, debido a que las fricciones comerciales y una desaceleración del crecimiento global nublan el panorama para la tercera economía del mundo.
La medición que excluye los efectos de los costos de la energía y los alimentos, que es seguida de cerca por el Banco de Japón para ver cuánto de la fortaleza de la economía se ha traducido en alzas de precios, subió un 0,5% en mayo respecto al año previo.
El banco central ya ha admitido que tomará tiempo alcanzar su objetivo de precios y ha insistido en que adoptará una política aún más expansiva solo si los riesgos amenazan con descarrilar la recuperación de Japón.
La economía ha resistido, expandiéndose en un 2.1% a tasa anualizada en el primer trimestre gracias a que el sector no manufacturero ha mantenido su ritmo de inversión, lo que ha contrarrestado cifras débiles del sector exportador, que es más vulnerable a variables externas.
Muchos analistas, sin embargo, predicen que el crecimiento se desacelerará en los próximos trimestres, ya que la disputa arancelaria entre Estados Unidos y China ha golpeado al comercio global. Un aumento de los impuestos a las ventas programado en octubre también puede frenar el consumo, advierten. Reuters
