PEKÍN/WASHINGTON, 22 mayo (Reuters) - Estados Unidos está evaluando si posibles incrementos de aranceles a bienes chinos por un valor de casi 300.000 millones de dólares afectarán a los consumidores, aunque se espera que pase al menos de un mes antes de que se decidan estas alzas, dijo el miércoles el secretario del Tesoro Steven Mnuchin.
Previamente este mes, Washington elevó aranceles ya existentes a bienes chinos por un valor de 200.000 millones de dólares, lo que llevó a Pekín a tomar medidas en represalias, después de que las conversaciones entre las dos mayores economías mundiales para poner fin a una guerra comercial de 10 meses quedaron estancadas.
El presidente estadounidense, Donald Trump, quien adoptó políticas proteccionistas bajo el lema de “Estados Unidos primero”, ha amenazado con aplicar aranceles de hasta 25% a las importaciones de bienes chinos por hasta 300.000 millones de dólares.
“Probablemente no se tomará una decisión por unos 30 a 45 días más”, dijo Mnuchin en una audiencia ante legisladores estadounidenses, y añadió que había conversado con el jefe financiero de la gigante minorista Walmart Inc sobre cómo afectarían los aranceles a los consumidores.
Walmart, la mayor cadena minorista del mundo, ha dicho que sus precios subirán debido a los gravámenes más altos sobre los productos importados chinos.
“Eso es algo que puedo asegurarle: el presidente tomará en cuenta este asunto antes de tomar cualquier decisión”, declaró Mnuchin ante la Comisión de Servicios Financieros de la Cámara de Representantes.
Mnuchin dijo a periodistas previamente que las autoridades estadounidenses no tenían prevista una visita Pekín para sostener más negociaciones comerciales, indicó CNBC.
Las últimas discusiones entre Pekín y Washington finalizaron el 10 de mayo, el mismo día en que Trump decidió elevar los aranceles sobre bienes importados chinos y amenazó con gravar el resto de los productos procedentes de la nación asiática.
Las negociaciones entre las dos potencias quedaron en suspenso después de que este mes las delegaciones chinas buscaron aplicar cambios importantes al texto de un acuerdo propuesto que ya había sido aprobado por el Gobierno de Trump en buena parte.
Temprano el miércoles, el jefe de la diplomacia china, Wang Yi, dijo que el país mantenía abierta la puerta a más negociaciones comerciales con Estados Unidos, pero añadió que Pekín no aceptaría acuerdos injustos. Reuters