
En un evento de la industria celebrado en Abu Dabi, Falih dijo que la demanda de los clientes saudíes en diciembre caerá en más de medio millón de bpd comprado con noviembre y que hay consenso sobre la necesidad de impedir un aumento de los inventarios petroleros.
Asimismo, aseguró que Arabia Saudita no se está preparando para un quiebre de la Organización de Países Exportadores de Petróleo y que el grupo seguirá siendo durante largo tiempo el banco central global para el petróleo.
El principal centro de análisis financiado por Riad ha estado estudiando los posibles efectos sobre los mercados petroleros de una ruptura de la OPEP, reportó el diario The Wall Street Journal el jueves, citando a personas conocedoras del asunto.
Falih dijo que el organismo solo estaba intentando “aplicar un pensamiento creativo” y analizar todos los escenarios, agregando que el liderazgo saudí “no tiene contemplado eliminar la OPEP”.
El domingo, Falih anunció que su país planea reducir sus suministros de crudo al exterior en 500.000 bpd en diciembre, en momentos en que el país enfrenta perspectivas inciertas en su intento de persuadir a otros productores a acordar un recorte coordinado del bombeo. crudo