(Reuters) - Los inversores, preocupados por la perspectiva de una guerra comercial tras el anuncio oficial de unos aranceles estadounidenses a los metales, aguardan la próxima semana los datos de la inflación de febrero de Estados Unidos, que mantendría el ritmo moderado del mes previo.
* El presidente estadounidense Donald Trump formalizó los aranceles de 25 por ciento a las importaciones de acero y de 10 por ciento a las de aluminio. La Unión Europea dijo que podría recurrir a la Organización Mundial del Comercio para imponer sus propias medidas.
* Canadá y México, que están renegociando su esquema comercial con Estados Unidos, quedaron exentos. “La incertidumbre sobre el panorama para el comercio global sigue elevada, incluyendo el riesgo de caer en una guerra comercial más amplia, con represalias”, dijo un informe de TD Securities.
* El principal dato en el corto plazo será el índice de precios al consumidor estadounidense, que habría subido 2,1 por ciento en febrero, de acuerdo con un sondeo de Reuters. La expectativa creciente de un ajuste monetario más duro se afianzaría en caso de que la inflación supere los pronósticos.
* También se esperan indicadores de precios en la zona euro, con la publicación de la lectura final para febrero, que arrojaría un alza leve de 1,2 por ciento. Pero la producción industrial del bloque continuaría pujante, con un aumento de 4,9 por ciento en enero, cerca del máximo en seis años de diciembre.
* En China se conocerán los números de febrero de las ventas minoristas, la inversión urbana y la producción industrial. El gigante asiático lucha por evitar una desaceleración de su economía y logró impulsar sus exportaciones, pero ahora Pekín recela del plan arancelario de Trump.
* Mientras, los funcionarios del grupo de las 20 principales economías (G-20) se reunirán en Argentina para discutir sobre la integración global y sus amenazas. Algunos países, como Corea del Sur, ya adelantaron que pondrán sobre la mesa los temores acerca del proteccionismo.
* Aparte, en la semana se conocerán las revisiones de la calificación de la deuda de Italia por parte de Moody’s y Fitch. La evaluación de la nota soberana llega en momentos en que el país se encuentra sumido en la incertidumbre política luego de que ningún partido o bloque obtuvo la mayoría en las elecciones. Inversores