Notimex. En México se deben realizar análisis realistas y prospectivos sobre las negociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) que llevan a cabo México, Estados Unidos y Canadá, y que incluya la posible salida del vecino del norte, afirmó la directora de Análisis Económico y Financiero de Grupo Financiero Base, Gabriela Siller Pagaza.
Consideró que se deben tomar las previsiones necesarias ante la necedad del actual presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de reducir su déficit comercial con México.
“Es irracional (Donald Trump) y podría tomar una medida como berrinche. Si realmente quisiera reducir el déficit comercial de Estados Unidos iría contra China y no contra México”, puntualizó.
Al presentar un reporte sobre el panorama prospectivo, económico, comercial y financiero de la región norte del continente, en el marco del proceso de modernización del TLCAN, expuso que la eventual salida de Estados Unidos del acuerdo no generaría una crisis inmediata en los tres países involucrados, pero sí efectos negativos a mediano y largo plazos
La ejecutiva destacó que el impacto sería de volatilidad e incertidumbre en los próximos años, pues si bien a Estados Unidos le iría mejor en el corto plazo en caso de que dejara el tratado, pues se incrementaría su consumo interno, al paso de los años las consecuencias serían graves, pues no todo es comercio, ya que los demás factores económicos involucrados se verían severamente dañados.
Dijo que de los efectos a corto plazo para México es que el tipo de cambio de la moneda nacional se incrementaría, pues se tendría que regresar a la reglas de la Organización Mundial de Comercio para los capítulos 87, 85 y 84 del actual TLCAN, donde se concentra 50 por ciento de las exportaciones del país a Estados Unidos.
Indicó que lo anterior representaría un incremento al precio de las exportaciones mexicanas en esos rubros y lo que sucedería es que el mercado tendría que mover el tipo de cambio, a por lo menos los 21 pesos por dólar, para compensar esa situación por el alza de aranceles.
Siller Pagaza dijo que ese no sería el único problema, ya que también se generará volatilidad e incertidumbre, lo que acarrearía elementos negativos a la economía, como el incremento también de la inflación hasta de 2.6 en Estados Unidos.
En México, continuó, se vería que las importaciones se incrementan hasta en 3.0 por ciento, lo que se reflejaría en el precio de los productos y eso elevaría la inflación, en mayor medida que la de Estados Unidos.
La directiva habló también de que se produciría un mercado negro de importaciones, desplome de la Inversión Extranjera Directa, nula reinversión de utilidades de empresas foráneas, menor consumo, empleo y pérdida de capacidad de compra de los ciudadanos. “Pese a todo, no es un escenario catastrófico, no se va a deshacer la economía mexicana, pero nadie quiere esto”, enfatizó.
Más adelante, dijo que en el caso de que Estados Unidos no dejara el TLCAN, pero sin abandonar su retórica proteccionista, se vería que impondría aranceles temporales, pero altos, y aplicaría una política de restricciones voluntarias que en realidad son cuotas, lo que afectaría a México por su volumen menor de exportaciones.
En cuanto a la política interna de México, dijo que el tema de la reforma energética cobra relevancia, toda vez que se ha convertido en un verdadero potencial de desarrollo en este contexto de incertidumbre con respecto al TLCAN.
Advirtió el riesgo de que pudiera llegar al gobierno mexicano algún candidato que se pronuncie en contra de esta reforma. “Cualquiera que quiera revertir esa reforma provocaría fuga de capitales y volatilidad en el tipo de cambio”, advirtió. mx