PEKÍN (Reuters) - La economía de China se mantuvo sólida en mayo en términos generales, pero una política monetaria más ajustada, un enfriamiento del mercado inmobiliario y la desaceleración de la inversión reforzaron la percepción de que la actividad perdería gradualmente su impulso en los próximos meses.
De todas formas, cuando faltan unos 6 meses para que termine el año, se espera que Pekín cumpla sin problemas con su meta de crecimiento económico de 6,5 por ciento, buenas noticias para el presidente Xi Jinping antes de una importante reunión de los líderes chinos que tendrá lugar más adelante este año.
El acelerado comienzo del año en China llevó al Fondo Monetario Internacional (FMI) el miércoles a elevar su pronóstico de crecimiento de 2017 para el país a 6,7 por ciento, desde su estimación previa de 6,6 por ciento en abril, aunque recomendó a Pekín que acelere sus reformas y restrinja el crédito.
Datos de crédito y suministros de dinero publicados el miércoles mostraron que China podría estar avanzando en la batalla contra los préstamos riesgosos y el apalancamiento. Los créditos bancarios de mayo superaron las expectativas de analistas, pero la oferta de dinero creció a su menor ritmo anualizado en más de 20 años.
Los préstamos fuera de hojas de balance, o la actividad bancaria informal, también bajaron abruptamente en mayo tras subir previamente en el año.
En tanto, el menor crecimiento de la inversión en activos fijos en mayo y una fuerte desaceleración de los inicios de construcción de casas apuntaron a cierto enfriamiento que los economistas ya esperaban, aunque la expansión estable de la producción fabril y de las ventas minoristas, junto con un aumento de las exportaciones, aminoran el impacto, por ahora.
Pero un aumento de los inventarios en el sector industrial y una inflación de precios al productor más débiles serán un lastre para el crecimiento en el futuro, dijo Louis Kuijs, jefe de economía en Asia en Oxford Economics, en Hong Kong.
"Este primer semestre fue un periodo muy feliz para China en el sentido de que tuvimos un maravilloso incremento de los precios de producción", afirmó Kuijs, refiriéndose en parte al auge de la construcción que impulsó la demanda y las ganancias de sectores estructuralmente débiles, como el acero.
La producción industrial de China creció a un ritmo estable de 6,5 por ciento en mayo respecto al año anterior, frente a expectativas de una leve ralentización, ya que los proyectos de infraestructura del Gobierno continúan apuntalando a la demanda de materiales de construcción, como cemento o acero.
Pero el aumento de los inventarios constituye un riesgo. En abril, el crecimiento de las existencias industriales repuntó a más de 10 por ciento. Reuters