Fitch Ratings ha degradado la calificación que asigna a la deuda a largo plazo de Italia, debido a las enormes deudas del país, una economía paralizada y políticos divididos.
Fitch redujo la calificación de BBB+ a BBB, apenas un nivel arriba del estatus de bono basura. Fitch explicó que el panorama de la deuda es estable.
La deuda del gobierno italiano equivalió a 132,6% del producto interno bruto del país el año pasado, una de las cifras más altas entre países desarrollados y muy por encima de sus objetivos de deuda. Los bancos italianos batallan con préstamos incobrables, y hay planes para rescates financieros de tres de ellos. La economía italiana es lastrada por una envejecida fuerza laboral y una baja productividad. Fitch espera que crezca sólo 0,9% este año, lo mismo que el año pasado.
En diciembre, los votantes italianos rechazaron abrumadoramente cambios a la Constitución que representaban el fin del estancamiento político. AP
