
Las grandes instituciones del país -entre ellas HSBC Barclays, Lloyds- y filiales británicas de bancos extranjeros como Santander, concretamente Santander UK PLC, han visto cómo las perspectivas de sus calificaciones pasaban de "estable" a "negativa", mientras que la de RBS bajó de "positiva" a "estable".
La decisión de no recortar directamente las calificaciones probablemente supondrá cierto alivio. S&P despojó a Reino Unido de su calificación máxima el mes pasado tras el voto del "brexit", ejecutando un recorte de dos escalones sin precedentes de "AAA" a "AA".
"En nuestra opinión, el resultado del referéndum de 'dejar' de pertenecer a la UE ha incrementado los riesgos de acontecimientos económicos adversos", dijo S&P el jueves.
"También consideramos que la economía de Reino Unido ha entrado ahora en una fase de corrección, por nuestra expectativa revisada de que los desequilibrios empeorarán a medida que se desacelere el crecimiento del crédito y se contraigan los precios reales de la vivienda". Reuters