FRÁNCFORT (Reuters) - "Cuando te envían a Fráncfort lloras dos veces: cuando llegas y cuando te vas". Esta es la frase con la que la capital financiera de Alemania intenta sacudirse su imagen como una de las ciudades más aburridas de Europa y seducir a los banqueros para que se trasladen allí tras la decisión británica de abandonar la Unión Europea.
Aunque suele ser representada como una ciudad sin alma, con escasa oferta cultural y arquitectura poco llamativa, la oficina de marketing de Fráncfort no esperó mucho antes de poner en marcha una campaña de imagen tras el referendo.
En un intento de convencer a bancos e instituciones financieras para que estudien la posibilidad de trasladar a sus empleados desde Londres, la agencia Frankfurt Main Finance estableció una "línea caliente" directa para las firmas interesadas y ha programado presentaciones en Londres y otras ciudades británicas.
"Queremos enviar un mensaje alto y claro: 'Bienvenidos a Fráncfort. ¿En qué podemos ayudarle?'", dijo el director de Frankfurt Main Finance, Hubertus Vaeth. "El cartel de bienvenida está colgado y las puertas de Fráncfort están abiertas".
No está claro cómo quedará la relación de Reino Unido con la UE tras el triunfo del 'Brexit', pero funcionarios del bloque afirmaron que los bancos y firmas financieras con sede en Reino Unido perderán su acceso automático para vender sus servicios en el continente si los británicos no cumplen con ciertos principios vitales del grupo.
Fráncfort, cuna del poeta alemán Goethe, cuenta solo con unos 710.000 residentes. Pese a sus espectaculares rascacielos, parece una ciudad tranquila comparada con la capital inglesa y el trayecto desde el centro de la ciudad al aeropuerto internacional es de apenas 15 minutos.
La oficina de marketing de la ciudad espera que se trasladen 10.000 banqueros desde Londres durante los próximos cinco años, apenas un 2 por ciento de todos los trabajadores financieros de la capital británica.