Shanghái (China), 4 ene (EFE).- Las bolsas chinas cerraron hoy, por primera vez en su historia, hora y media antes de lo normal debido a la caída de un 7 % en un indicador conjunto, justo en el día de estreno de ese mecanismo, parte de las nuevas medidas para estabilizar los mercados.
Las nuevas normas establecen que, a partir de hoy, si el índice CSI 300, que incluye a tres centenares de empresas que cotizan en los dos parqués chinos, pierde un 5 % durante el día, se suspende automáticamente la cotización en las dos bolsas (Shanghái y Shenzhen) durante 15 minutos -lo que se dio hoy al empezar la sesión vespertina-.
Y, si tras la reanudación la caída se prolonga hasta un 7 % ,los dos mercados cierran automáticamente hasta el día siguiente. Así, Shanghái cerró tras apenas 28 minutos de sesión de tarde, con pérdidas de un 6,85 %, mientras que Shenzhen se hundió en ese tiempo un 8,16 %.
Las nuevas medidas que paralizaron las bolsas chinas entraron en vigor el 1 de enero, por lo que se aplicaron por primera vez hoy, primer día de cotización del año, tras ser aprobadas por la Comisión Reguladora del Mercado de Valores de China (CRMV) para evitar desplomes como los del verano pasado.
Pero las fuertes caídas de ahora están más relacionadas con aquellos hundimientos de los parqués chinos en julio y agosto pasados que con su coincidencia con los nuevos mecanismos de freno, explicó a Efe el analista Chen Jiahe, director y jefe de estrategia del departamento de investigación de la corredora Cinda.
Según Chen, las caídas de hoy tuvieron tres fases, y en la primera, durante la mañana, las bolsas chinas cayeron entre un 3 y un 4 %, por una combinación de motivos ajenos a este cambio normativo.
Por un lado, por el sobreprecio actual que tienen estos días las firmas más pequeñas de ambos parqués, pero también porque el 8 de julio pasado la CRMV trató de frenar los desplomes de aquel momento obligando a todos los grandes accionistas (con control de un 5 % o más de una firma) a no vender sus títulos.
En concreto, se les prohibió vender sus acciones en los siguientes seis meses, plazo que se cumple este viernes, 8 de enero, por lo que a partir del lunes, día 11, podrán empezar a deshacerse de sus acciones mantenidas desde el verano pasado, indicó Chen, y anticipando caídas para entonces muchos inversores vendieron ya hoy.
"Entre el 80 y el 90 por ciento de los accionistas chinos son inversores individuales y suele haber muchas fluctuaciones", recordó: "sólo tienen como el 30 por ciento de los títulos, pero comercian un montón (unos tres cuartos de las transacciones diarias), así que influyen mucho en los precios", recordó Chen.
Cuando los mercados ya caían hoy más de un 4 %, entonces sí, muchos, conscientes de la nueva normativa, intentaron anticiparse a la probable suspensión del 5 %, lo que disparó la velocidad de caída en los primeros minutos de la tarde y, de nuevo, entre el 5 y el 7 % final.
Con todo, Chen recalcó que la nueva normativa es "neutral, porque detiene el mercado tanto cuando cae como cuanto gana" demasiado en un sólo día, por lo que "no cambia" la actitud de los inversores.
El problema que hizo estallar la crisis del verano pasado, recordó, es que el mercado estaba muy apalancado (con gran endeudamiento de inversores y corredoras para financiar más y más inversiones en bolsa), tras meses y meses al alza, y cuando hubo un descenso, la burbuja pinchó y se encadenaron caídas durante semanas.
El nuevo mecanismo "da a la gente tiempo para pensar" en caso de fuertes oscilaciones, y dado que el problema del apalancamiento parece bastante resuelto por el momento, dijo Chen, es difícil que vuelva a haber ahora grandes desplomes continuados como en verano.
Las nuevas normas estrenadas hoy contemplan también que, si se alcanza un 5 % de fluctuación diaria ya durante la última media hora de la sesión vespertina (las 14:30 hora local), también se cerrarán los dos parqués automáticamente para el resto del día. EFE
Las bolsas chinas bajaron el lunes un 7 por ciento en su primera sesión de 2016 debido a unos sondeos que mostraron débiles datos manufactureros y una caída del yuan que se sumó a las preocupaciones sobre la economía, forzando a las bolsas a suspender la cotización por primera vez.
Las pérdidas del inicio se extendieron rápidamente por la tarde, y la suspensión tuvo lugar hacia las 0530 GMT, unos 90 minutos antes del cierre habitual.
Las ventas se intensificaron tras un breve parón de 15 minutos por la tarde, cuando los principales índices se dejaban un 5 por ciento, y la actividad en Shanghái y Shenzhen se paró para todo el día poco después.
Es el primer día en que entra en vigor la suspensión de cotizaciones en China, dirigida a frenar la volatilidad.
El índice de bluechips CSI300 cerró con una bajada del 7 por ciento a 3.470,41 puntos, mientras que el índice compuesto de Shanghái perdió un 6,9 por ciento a 3.296,66.
El índice Hang Seng de Hong Kong bajó un 3 por ciento.
Un sondeo privado mostró que la actividad manufacturera china se contrajo por décimo mes seguido en diciembre, y más rápido que en noviembre.
Un sondeo oficial el viernes mostró un quinto mes contracción, aunque un repunte en el sector servicios podría frenar el impacto en la economía en general.
Los inversores también vendieron por el inminente vencimiento de una prohibición de venta de acciones para los principales accionistas de empresas, que fue impuesto durante la crisis bursátil de verano.
"La caída parece que desencadenó una venta intensificada, mientras que la activación de la suspensión parece haber elevado el pánico, al marcharse la liquidez de repente y ser algo que nadie había vivido antes", dijo Gu Yongtao, estratega de Cinda Securities. "Fue una estampida", dijo. Reuters