TOKIO (Reuters) - La economía de Japón cayó inesperadamente en recesión en el tercer trimestre, lo que llevaría al primer ministro Shinzo Abe a retrasar un impopular aumento de impuestos a las ventas y a convocar a elecciones anticipadas a sólo dos años de haber asumido el poder.
El Producto Interno Bruto cayó a una tasa anualizada del 1,6 por ciento en el periodo julio-septiembre, tras hundirse un 7,3 por ciento en el segundo trimestre, luego de un alza de los impuestos nacionales a las ventas.
Las expectativas eran que la economía repuntara un 2,1 por ciento en el tercer trimestre.
Abe había dicho que las cifras del PIB del lunes serían clave a la hora de tomar su decisión sobre proceder o no con un incremento al 10 por ciento del impuesto en octubre del próximo año, como parte de un plan para frenar la enorme deuda pública de Japón, la peor entre las economías desarrolladas.
"Es mucho más débil de lo que esperábamos", dijo Kenichiro Yoshida, economista senior de Mizuho Research Institute. "El crecimiento del consumo es muy débil y esa es una de las razones por las que el Gobierno podría decidir retrasar el impuesto a las ventas".
Medios japoneses habían dicho que el primer ministro, que vuelve de un viaje de una semana por China, Myanmar y Australia, podría anunciar su decisión de retrasar el alza tan pronto como el martes y declarar su intención de llamar a una elección, que legisladores del partido oficialista esperan se realice el 14 de diciembre.
Etsuro Honda, un asesor económico de Abe que se opone al alza de los impuestos, había dicho que si el crecimiento económico era menor al 3,8 por ciento, elevar la tasa impositiva estaría "fuera de discusión".
El yen caía ante el dólar tras la sorpresiva cifra de crecimiento. La divisa estadounidense alcanzó brevemente un máximo de siete años por sobre los 117 yenes, mientras que las acciones en Tokio abrieron con levas bajas.
El débil crecimiento económico y una presión a la baja sobre los precios debido a una caída de los valores del petróleo llevaron al Banco de Japón a expandir su enorme estímulo monetario el mes pasado.
No hay previstas elecciones legislativas para la poderosa Cámara baja hasta el 2016, pero fuentes políticas dicen que Abe quiere aumentar el control en su mandato mientras su aprobación aún es relativamente robusta, ayudándolo a avanzar con políticas económicas y de otro tipo como un controvertido cambio para alejarse del pacifismo que siguió a la Segunda Guerra Mundial.
"Esta no será una elección sobre el impuesto a las ventas sino que buscar apoyo para avanzar con las 'Abenomics'", dijo un funcionario del Gobierno japonés, quien agregó que la decisión final dependía de Abe.
El Partido Liberal Democrático de Abe prácticamente con seguridad mantendrá su mayoría en la Cámara baja, ya que la oposición está dividida y débil, pero también podría perder escaños.
Abe heredó el plan de alza de impuestos cuando asumió el poder en diciembre de 2012, prometiendo revivir la economía con su estrategia denominada "Abenomics", que considera una política monetaria ultra laxa, alzas en gastos y reformas.
El partido de Abe, su aliado más pequeño y el Partido Democrático, que en ese tiempo era el oficialista, promulgaron la legislación que requería que se aumentará el impuesto a menos que las condiciones económicas fueran definidas como muy débiles.
En una base trimestral, la economía se contrajo un 0,4 por ciento en el tercer trimestre tras una caída revisada del 1,8 por ciento en el periodo abril-junio. Las recesiones son definidas típicamente como dos o más trimestres consecutivos de contracción económica.
El consumo privado, que representa alrededor del 60 por ciento de la economía, subió un 0,4 por ciento desde el trimestre previo, la mitad de lo que esperaba el mercado, en una señal de que el incremento de impuestos a las ventas en abril, al 8 por ciento desde el 5 por ciento, tuvo un impacto más fuerte y persistente sobre el gasto de lo que se esperaba inicialmente.